viernes, 1 de agosto de 2014

Ráfagas estivales


Ya anunciamos que, en la Galerie Krans de Ouwerkerk (Holanda), abría el 6 de julio una exposición que reúne las cajas y objetos de Her de Vries con bronces y pinturas de Vincent Krans, y que a la vez sería lanzada una monografía sobre Her de Vries.
Aquí tenemos su cubierta. Es un precioso libro en capa dura, con muchas ilustraciones, prólogo de Krans, un estudio, extenso, de Laurens Vancrevel y al final la bibliografía de esta figura entrañable para el surrealismo, cuyo destino ha sido el de su vida. Solo deseamos que se pueda hacer una edición en lengua francesa o inglesa, o que los textos sean asequibles en traducción, aunque sea a través de la red.
Yo imagino a Her de Vries en el vagón escarlata del tren Surrealismo, repartiendo las cartas mágicas del juego de los enmascarados, que él mismo ha inventado. Lleva un impecable smoking, y la sala está iluminada por unos hachones que solo se encienden al atravesar los bosques. Como quiera que en los juegos surrealistas (a diferencia de los civilizados) siempre se gana, Her de Vries no se queda con la mejor parte, pero sí que se desconfía de él porque da liebre por gato, y las cartas mágicas que reparte son siempre la de la sorpresa y la de la metamorfosis.
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El n. 107 de Infosurr presenta en portada una típica pieza de Klapheck, y es que Heribert Becker hace en el interior una amplia reseña de la gran retrospectiva celebrada en Dusseldorf hace ahora un año, reseña que es a la vez una buena caracterización del arte verdaderamente único de quien afirmaba que sus “armas mayores” eran “el humor y la precisión”. Heribert Becker dedica también una nota a la exposición, en el mismo museo de Dusseldorf, de la “boîte-en-valise” de Marcel Duchamp.
El Annandale Blues de Guy Ducornet, vivamente recomendado por nosotros, lo reseña Richard Walter, quien también se ocupa de dos poemarios de Guy Cabanel (Chants d’autres mémoires y Le revenant) y del pequeño catálogo lagunero de Juan Ismael, cuyas imágenes le evocan algunas de Granell y Camacho. En un comentario apresurado al libro de Patrick Lepetit Le surréalisme. Parcours souterrain, Walter, poco proclive a los esoterismos, dice que las intenciones le recuerdan el título de Le surréalisme au service de la révolution, pero también podría recordarse que otra revista del surrealismo se tituló Médium, y que Breton proyectó titular otra Supérieur Inconnu.
Otro texto extenso es el dedicado por Ludovic Tac al primer número de los Cahiers Benjamin Péret. Al observar que Péret nunca fue anarquista, Ludovic Tac considera “saludable” que esto se señale, ya que en el presente “se quiere hacer pasar al surrealismo por un movimiento anarquista”, algo de lo que no tenemos noticia. Lo que no puede negarse es el espíritu libertario del surrealismo, desde sus orígenes, y que a fin de cuentas fue lo que llevó a la ruptura con los dogmas y las maneras del comunismo autoritario (por no hablar de las infamias estalinistas).
De Laurens Vancrevel hay notas del libro dedicado por Marcus Salgado a Flávio de Carvalho, de los Targets de Allan Graubard y David Coulter, de la exposición chilena de Papeles surrealistas (“el surrealismo continúa existiendo porque es necesario”, afirma Ludwig Zeller citado aquí por Vancrevel) y, muy generosa y comprensiva, de mi recopilación Mares y fábulas.
Por último, Gérard Durozoi recomienda el Petit vocabulaire de Jacques Villeglé, con nombres comunes y propios, y que yo ya estoy intentando agenciarme, y una monografía sobre Leonora Carrington en la colección Surrealism, Alchemy & Art, obra de Susan L. Alberth, quien, pese a citar de paso “los habituales comentarios de sus mayores como Whitney Chadwick, que han erigido en dogmas sus prejuicios feministas con respecto a André Breton”, al parecer ha hecho un trabajo interesante, respetando el misterio de sus obras más enigmáticas.
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Una muy interesante entrevista con Silvia Guiard, seguida de algunos textos suyos, puede leerse en esta dirección:
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Sobre el juego surrealista de “El transformador del cerebro”, pueden verse los primeros resultados en la nueva página de “La vertèbre et le rossignol”:
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Sobre la exposición retrospectiva de Iván Tovar en la Fundación Eugenio Granell, se ha creado este sitio:
El catálogo, con textos clásicos de Jean-Michel Goutier y Jose Pierre, esperamos reseñarlo en septiembre. 
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Nombre siempre de fiar, Pierre Vandrepote sostiene un blog que merece conocerse:
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Un libro de referencia sobre el surrealismo servio acaba de publicarse: Infra-noir un et multiple: un groupe surréaliste entre Bucarest et Paris, 1945-1947. Son 418 páginas con ensayos y una sección de textos colectivos y correspondencia. La editora es Monique Yaari.
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En su n. 13 (primavera de 2014), La Sœur de l’Ange dedica un dossier a Élie-Charles Flamand, uno de los más grandes poetas vivos, hoy con 85 años. Entre los textos dedicados, los hay de Marc Kober, El Janabi y Jean-Pierre Lassalle. Lassalle hace el voto de que los muchos poemarios de Flamand sean reunidos, por ejemplo en Gallimard, como ya se ha hecho con Radovan Ivsic, Annie Le Brun y Alain Jouffroy. Voto que hacemos nuestro, sin duda, ya que la mayoría de esos poemarios son hoy muy difíciles de obtener.
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Con el n. 3 de A Phala ya en fase final de elaboración, aprovechamos para mostrar aquí uno de los collages aportados por Zuca Sardan, puntal de la aventura surrealista brasileira desde hace tantas décadas. Y lo hacemos, sobre todo, porque el color, tan importante en la imagen, se perderá en la edición, que, por obvios motivos económicos, será en blanco y negro.