miércoles, 28 de noviembre de 2012

Alexandrian, a su aire



“Que a ustedes esto les agrade o les disguste, poco me importa, ya que yo no escribo para agradar o disgustar, sino para enunciar soberanamente verdades necesarias”. Esta declaración altiva da el tono de los escritos en general de Sarane Alexandrian, y por ende de esta recopilación póstuma, titulada Les leçons de la Haute Magie, en cuya cubierta vemos la bella pieza en tinta sobre papel de Madeleine Novarina, la compañera del escritor, “Una princesa de los días mejores”, de 1956.
Según nos informa el prologuista, Christophe Dauphin, estas lecciones magistrales de Alexandrian forman parte de un ciclo de obras inéditas agrupadas por su autor bajo el título de “Ideas para un arte de vivir”. La que nos ocupa consta de siete breves ensayos, cuatro de los cuales ya habían aparecido en los números de 2008 y 2011 de Supérieur Inconnu: “Consideraciones sobre el mundo oculto”, “Ontología de la muerte”, “Joséphin Péladan y el sueño del erotismo místico” y “El Libro de los sueños de Luc Dietrich”. Las novedosas son “El alma y el espíritu”, “El gran principio del Todo” y “Fenomenología de las supersticiones populares”. Aunque siempre vivaces de contenido, y con el humor y desparpajo que caracterizaban a su autor, algunas de estas últimas páginas parecen estar en un estado embrionario, en particular el último texto citado, que además va seguido de unas notas sobre la “Ley sexual” ajenas a su contenido. Sobre un tema tan fecundo como el de las “supersticiones populares”, hay, desde el punto de vista surrealista, todo un mundo que decir.
Pero siempre es un deleite el reencuentro con un escritor de quien tanto hemos aprendido, y vale también la pena volver a un personaje como el gigante soñador Luc Dietrich, amigo de René Daumal, junto a quien aparece (más Véra Milanova) en esta foto de 1941: