lunes, 28 de mayo de 2012

Jazz y surrealismo


No hablamos hoy de un nuevo libro, sino de uno que no existe. Y cuya ausencia se hace sentir crudamente.
Lo más que se ha tratado es el interés del surrealismo de los años 20 y 30 por el jazz, pero sin siquiera profundizar mucho en ello. No solo muchos surrealistas han sido grandes aficionados al jazz, sino que han escrito páginas críticas sobre esta música, se han inspirado en ella para sus creaciones verbales o plásticas y hasta la han practicado, de modo aficionado o incluso profesional, como es el caso de George Melly, el más grande cantante de jazz europeo.
Instrumentistas de jazz han sido Fabio de Sanctis, Louis Lehman, Jaroslav Jezek, Guy Ducornet, Jean-Claude Biraben, Ludvik Svab, Ulf Gudmundsen...
Críticos de jazz, o que se han inspirado en el jazz, han sido Maurice Henry, Jorge Cáceres, Gérard Legrand, Jorge Camacho, François Valorbe, Claude Tarnaud, Élie-Charles Flamand, Alain Joubert, Ernst Moerman, Anthony Earnshaw, Jimmy Ernst, Rik Lina, Paul Garon, Ted Joans...
Unos han sido entusiastas del hot jazz, otros del jazz más moderno, que surge con el bop. En ambos casos, ha sido esencial la relación intrínseca entre el automatismo y la improvisación, pero también la fascinación por el ritmo y la vitalidad de esta música de raíces africanas en tanto opuesta a la llamada “música clásica”, que es una de las glorias perennes de Occidente y de su burguesía. Señalemos también el apartado capital que hay que dedicar a los blues y a su infinidad de letras fascinantes, todo un mundo en el que uno de los libros de referencia es obra, precisamente, de un surrealista: Paul Garon, con su Bues and the poetic spirit.
En el dúo de imágenes con que ilustramos esta nota vemos la portada de un libro de poemas íntegramente dedicado al jazz y el retrato de Duke Ellington por Max Bucaille –Duke Ellington visto como el monstruo musical que era, un poco equivaliendo en su terreno a lo que fue Picasso para el arte. Significativo es que la portada del precioso libro de Valorbe la haya hecho Wifredo Lam.
Valorbe: “Et chacun de ces blues est un moment comblé / Assumant notre solitude et nous aidant / A guérir sans arrêt ni retour du mal d’être”.