miércoles, 7 de diciembre de 2011

Una entrevista a Jacques Abeille

Una interesante entrevista a Jacques Abeille se ha publicado recientemente en Le Nouvel Observateur, centrada en sus exitosas novelas. Tras Les jardins statuaires, considerado su obra maestra, Jacques Abeille inició la saga titulada “Cycle des contrées”, ahora concluida con dos nuevas entregas.
Tras afirmar que se encuentra “más cerca del loco literario que de cualquier escuela”, embiste contra “la ideología dominante en Francia, la de Flaubert”: “Sé muy bien que Flaubert era un gran escritor. Pero hay otras maneras de escribir. La leyenda que el desdichado Edgar Allan Poe ha creado en torno a su «Cuervo», demostrando que todo estaba allí calculado, es falsa, pero Baudelaire, Mallarmé y Valéry la han alimentado. Ese es el gusto francés, al que yo soy ajeno”. Jacques Abeille, que como se sabe fue un colaborador del Bulletin de Liaison Surréaliste en los años 70, prefiere escribir “bajo el dictado”, lo que muestra su pertenencia al surrealismo: “Hay todavía surrealistas, y yo soy uno de ellos”.
Abeille no soslaya la cuestión del “fin del surrealismo” en 1969: “Al morir Breton, Jean Schuster decidió poner fin al surrealismo, en nombre de no se sabe qué autoridad, porque Breton no tenía heredero directo. Yo no comprendía nada, yo no había sido consultado por el señor Schuster. Yo había sido siempre surrealista, y no veía por qué ya no se tenía derecho a hablar de surrealismo”. Y añade: “Pensaba convertirme en el autor de algunos dibujos singulares, de pequeños artículos relacionados con la evolución de las reflexiones surrealistas. Y entonces me embarqué en los Jardins statuaires”.
La entrevista (que puede consultarse aquí), prosigue con otras referencias al surrealismo, la manifestación de su rechazo de la verosimilitud (y su fácil acomodamiento a los régimenes autocráticos), la consideración de la importancia del western clásico en su formación (“mis Bárbaros están muy impregnados de mi simpatía hacia los pieles rojas”), consideraciones sobre su relato erótico Odeurs de sainteté, etc.
¡Un brindis, en fin, por nuestro amigo Jacques Abeille!